Queridos internautas voy a escribir sobre el Carnaval que desde chico mi padre me llevaba a los ensayos y e conocido el verdadero sin sabor del Carnaval, hoy estoy asqueado que 4 manipulen el Carnaval para sus intereses que es el Don Euro, yo creo que no conoceremos el Carnaval más en la Isla mientras que políticos que pasen o existan peña fantasma y señores que vienen de otro sitio para robarnos la entidad y que cuando no ganan lo que se espera lloran, yo no lo voy a conocer pero me siento orgulloso de haber conocido tantísimos Carnavaleros que lucharan por el Carnaval de la Isla.
Cuando se abre el telón del Falla se cierra - por un tiempo - el local de ensayo. No hay agrupación sin local de ensayo. Y local sin Agrupación. En esta historia, se dice que en la Isla de entonces, allá por los años sesenta y hasta casi los ochenta, no había " lavaeros " como en Cádiz donde ensayar, ni colegios o institutos como ahora, en aquel entonces la cosa se limitaba a bares y guichis. El Morruo, y los amigos por la zona de la Bazán y Casa Cristóbal en la calle Alcedo y en la calle Alcedo casa Gavino , el Gallego y casa Paco, en las callejuelas en donde hoy esta la biblioteca en la calle Churruca había un guichi el Zotanillo, en la otra punta de San Fernando. la Casería esto y muchos más que no recuerdo, eran añejos locales de ensayo y por ello, con toda justicia, permanecen en el recuerdo de los carnavaleros de siempre. Y cada local tenía sus gentes, sus carnavaleros fieles, que año tras año renovaban el tipo y sus músicas entre esas mismas paredes, fraguaban sus ideas y daban vida a su ingenio y su gracia al abrigo de aquellas trastiendas entre marcos viejos de fotos, cajas de refrescos y garrafas de vino de Chiclana. En esta pequeña historia del Carnaval isleño, la de los locales de ensayo y sus míticos dueños, hay un olvido imperdonable, sin duda debido a la ignorancia, a la manía de pivotar esa historia sobre los mismos elementos tan manidos de los que se han incorporado tarde a esta fiesta y ahora presumen de saber más que Juanelo y de cuatro que se han subido al carro de historiar lo que no han vivido y han dejado en el olvido otro lugar de magia, de sabor y saber, el único que no era bar o taberna : la antigua panadería y horno de Pepin.
POR FAVOR NO PONER COMENTARIO EN LA 1ª PARTE.
No hay comentarios:
Publicar un comentario