BARTOLO EL SOCORRISTA

Bartolo era un tío que vacilaba que llevaba 15 años sin probar
el agua, y el decía que era de secano, un día en el bar 4
amigos empezaron a decir que habían visto unas mujeres en
la playa que quitaba el hipo, el se acerco a la reunión y quedo
alucinado, porque era soltero y las únicas mujeres que conocía
era de la familia, y con los tintos de verano se le escapo a
uno decir que el se hartaba de ver mujeres era el que estaba
en la torre con los prismáticos, el curioso pregunto que quien
era ese de la torre y uno le contesto el salvavidas de la Cruz
Roja, y otra ronda de tinto el ya no escuchaba a los amigos ya
se veía en la torre con los prismáticos, al otro día por la
mañana se coló en la Cruz Roja preguntando donde se podía
apuntar para la torre,
lo mandaron a una oficina, y le  preguntaron que si había
hecho un curso de socorrismo, y el pensó que el único curso
que hizo fue el de P.P.O. Para no perder el puesto dijo que
si,  entonces le dijo el de la Cruz Roja que se lo trajera, y el
curioso dijo los prismáticos lo pondrán ustedes, hombre usted
entrara de socorrista cuando haya plaza pero lo mismo lo
mandan a una zodíac, y el dijo que da igual yo contar de llevar
los prismáticos, el de la Cruz Roja dijo para el , este tío es un
chalado creo que no vendrá más, y el cuando salio se fue al
bar se tomo unos tintos sin gaseosa, porque estaba deprimido
se le apareció su amigo Carlos que era un elemento, al año,
estaba a un par de mesas y muchos años ni aparecía, decía
que trabaja en Francia y estaba en la cárcel, le pregunto que
te pasa Bartolo y Bartolo le contó lo del diploma, Carlos se
reía y le dijo ese es el problema por 50 euros te doy un
diploma firmado por quien tu quiera, vale le dijo Bartolo, a
los 3 días le trajo el diploma le dio los 50 euros y corriendo
se fue a la Cruz Roja, entro se presento y le dijo ya tengo el
diploma cuando me dais los prismáticos, y le dijeron que
ya lo llamaran, y el dijo como no empiezo ya hombre, en
noviembre no creo que haya mucha gente en la playa, ya no
le gusto tanto pero que vamos hacer esperare, y así
transcurrieron los meses, ya no se acordaba de los prismáticos
cuando recibió una carta que se presentara en la Cruz Roja,
a las 7 de la mañana estaba como un centinela cuando
dieron las diez, llegaron los socorristas, el protesto que eso
no eran hora de llegar, lo miraron le dijeron que quien era él,
él contesto que era el nuevo, entra se montaron en la
ambulancia y se fueron a la playa, los socorristas lo miraban
y pensaban cuando llegue me darán los prismáticos y me dirán
a la torre que me tengo que ir, entraron en la caseta y el jefe
repartió los chalecos el extrañado dijo esto para que, lo
miraron y se rieron, el jefe pensó este es un gracioso esto es
para ponértelo yo no me pongo esto, porque yo lo que quiero
es los prismáticos, usted se pone esto y se va con los
compañeros, ya no le gusto y dijo bueno ahora me darán los
prismáticos se fue con los compañeros y cuando tuvieron que
tirar la zodíac al agua el se extraño, se montara y el dijo que
hay no se montaba, el jefe escamado le pregunto que porque
no se subía y el le contesto que lo que quería era los
prismáticos y una torre, todos pensaron este tío esta chalado
total a fuerza de mucho lo convencieron, el decía estoy
mareado en este barco, el jefe le pregunto que donde había
sacado el curso de socorrista, el no podía hablar porque
estaba mareado y si se movía vomitaba las habichuelas del
día anterior, siguieron dando vueltas y de pronto vieron una
mujer mayor que se estaba ahogando corrieron con la zodíac
cuando llego la pararon con tan mala suerte que se cayó al
agua la mujer mayor trato de sacarlo pero no se pudo hacer
nada por el, un hombre que lo único que quería es unos
prismáticos y una torre, en el local de la Cruz Roja  hay una
placa que pone Bartolo Martínez murió ahogado por cumplir
con su deber como socorrista, que Dios lo tenga en su gloria.

ESTE CAPITULO ESTA EN EL LIBRO <<HISTORIAS PARA
NO ABURRIR  A LAS ARAÑAS >>.